La piña, al igual que el aguacate, es una de esas plantas que podemos germinar en casa a partir de su propio fruto. Podemos conseguir que una planta de piña germine en la parte superior (hojas) de una piña normal. Es muy fácil, y aunque para conseguir frutos, tendríamos que dejarlo crecer durante varios años en condiciones adecuadas, podemos conseguir una planta decorativa preciosa y muy singular.
Primero, elijamos una piña que esté madura y cuyas hojas sean verdes y saludables.
Con un cuchillo puntiagudo, cortaremos la parte superior de la piña haciendo un corte alrededor del tallo y luego la rasgaremos con cuidado.
Limpiaremos el tallo de restos de fruta con un cuchillo asegurándonos de que sólo contamos con el tallo y las hojas. Es necesario arrancar unas cuantas filas de hojas, de la parte inferior del tallo (unos dos dedos), ya que es por ahí por donde empezarán a crecer las raíces.
Debemos dejalo en un vaso con agua hasta que empiece a enraizar. Puedes utilizar palillos para sujetarlo en el borde del vaso. Es importante cambiar el agua cada 2 o 3 días para que no aparezca moho. Cuanto más largas sean las raíces, más fácil será que la planta crezca sana una vez que la pongamos en una maceta.
Una vez que ya hemos conseguido que crezcan las raíces, con cuidado, arrancaremos las hojas que se encuentren más secas, dejando sólo las que estén más verdes. Así la planta concentrará su energía en las hojas sanas y facilitará que crezcan hojas nuevas. Ahora ya sólo nos queda plantarla en una maceta con tierra y situarla en un sitio luminoso.
El resultado es genial, y a la vez es muy satisfactorio saber que hemos conseguido una planta tan bonita a partir de una fruta comprada en el mercado.
Ubicación perfecta para las piñas
- Soleado
- Sin sol ardiente de mediodía
- Caliente, entre 25 y 30 ° C
- Nunca por debajo de 16 ° C
- Humedad al menos 60%
- Bien ventilado pero sin corrientes de aire
- Sustrato suelto, bien drenado y con alto contenido mineral.
- PH óptimo: 5
Piña en crecimiento:
- Debes seleccionar uma fruta sana de mediana madurez
- Cortar o desenroscar el tallo con un cuchillo afilado
- Retire toda la pulpa del tallo.
- Retire todas las hojas superfluas excepto unas 10
- Pon el tallo en el agua
- Instalar en un lugar cálido y luminoso
- Cambia el agua regularmente
- Despues que de ya se hayan formado las raíces, plante en sustrato
